jueves, 2 de abril de 2009

SETTECENTO VENEZIANO









EXPOSICIÓN EN LA Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, la visito en abril 2009. Selección realizada por Annalisa Scarpa, museos y colecciones privadas como la colección Terruzzi. Tras un "Seicento" lleno de artistas mediocres que imitaban sin originalidad creativa a los grandes pintores venecianos del XVI, cambia el gusto por la temática religiosa y de enaltecimiento de la República a favor de una temática arcádica, en donde el hombre (y especialmente la mujer) adquiere gran protagonismo.

ANTONIO BELLUCI, SEBASTIANO y Marco Ricci, Pellegrini, Amigoni o Canaletto emprendieron largos viajes para trabajar en las cortes europeas más importantes. Gian Battista Tiépolo fue nombrado profesor de anatomía de la Academia de San Fernando.

"TRIUNFO DE DAVID", de Diziani: me llama la atención que David no sólo lleva la cabeza de Goliat, sino que detrás de él desfila el tronco, ensartado en una lanza.

NO ME GUSTA una "Inmaculada" de Tiépolo.

VEO QUE LAS góndolas venecianas solían llevar una especie de "capotas" tapando a los pasajeros, como puede observarse en "La entrada del embajador de Francia conde de Gergy en el palacio ducal", de Richter, y en otros cuadros de la exposición.

TIÉPOLO, "RINALDO Y Armida": esta historia proviene de la "Jerusalén liberada" de Torquato Tasso. Rinaldo, un cruzado, se encuentra descansando del combate cuando aparece la hechicera Armida, que primero planea matarlo como enemigo que es, pero luego se enamora de él y lo lleva a una isla encantada. Otros dos cruzados son enviados a buscar a Rinaldo, y en un espejo le hacen ver su "injusta ociosidad", por lo que el héroe, finalmente, marcha con los dos guerreros. Mano y guirnalda de flores como símbolo de los lazos que le mantienen prisionero. Suele verse por detrás a los dos guerreros acercándose.

PITTONI, "OLINDO Y Sofronia": también incluida esta historia en la "Jerusalén liberada". La bella Sofronia ha sido condenada a la hoguera por el rey musulmán. Al enterarse del injusto veredicto, Olindo, enamorado secretamente de ella sin esperanza, intenta salvarla tomando su lugar en el martirio, pero los dos son atados a un poste de madera, espalda contra espalda, y se les prende fuego. Los salva la valiente guerrera Clorinda, y consiguen huir.

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