GRANDES DUDAS SOBRE su antigüedad y funciones rituales. Conservadas en casas o templos donde ardían lámparas de mantequilla y de petróleo, sometidas al humo del incienso, estas máscaras a menudo adquieren suntuosas pátinas que podían hacer suponer antigüedades de varios centenares de años. Pero posiblemente las más antiguas no pasen de los 350 años por la perecibilidad de sus materiales...
TODA LA REGIÓN himalaya fue un activo foco de chamanismo, incluso como sustrato de todas las ulteriores implantaciones religiosas. El chamán puede oficiar solo o también conjuntamente con los sacerdotes de religiones implantadas posteriormente: hinduismo, bon, budismo tántrico...
MÁS QUE LOS chamanes (ningún etnólogo ha conseguido fotografiar a uno con máscara, ningún etnólogo habla de ello), los narradores ambulantes, a menudo enmascarados, van de aldea en aldea contando las epopeyas, a su estilo, adornando los mitos iniciales para fascinar a su público y obtener mejores óbolos.
LOS ESPECTADORES DE un ritual chamánico tiemblan de miedo, o quedan fuertemente impresionados, y luego encuentran en las bufonadas de un danzarín enmascarado una evasión saludable. Monos del Ramayana...
DURANTE SU GRAN fiesta de primavera, símbolo de la renovación tras un invierno tan duro como el himalayo, se produce una gran explosión de júbilo. Las tinieblas son vencidas por el luz, el mal por el bien, el ciclo de los cultivos recupera la fase productiva. Y las máscaras son los rostros de las divinidades ancestrales triunfando sobre los demonios locales raptores de mujeres y de niños. Los muchachos del pueblo se protegen en el anonimato de la máscara para poner en fuga a los verdaderos espíritus malignos.
AL MENOS DOS tipos de máscaras: las de carácter budista (si bien de factura mucho más rústica que las producciones de los monasterios del Tibet) y las máscaras de bufones, muy primitivas.
EL ASPECTO TERRORÍFICO o inquietante de la máscara es atenuado por la policromía, si bien ésta no aparece cuando llega la máscara a Occidente por haber sufrido una "desacralización": pintar y repintar regularmente una máscara es un acto de devoción que atrae beneficio a quien lo ejecuta y a su familia. También desaparecen las pieles y pelos que las adornan originalmente, dejando en su lugar tan sólo hermosas pátinas negras sobre la madera.
ROBERT HAMAYON, EN sus estudios sobre la evolución del chamanismo en Siberia, considera que los pueblos pasan por diversos estadios según puede observarse en la sucesiva representación de ciertos animales: primero cérvidos y aves de presa, luego bóvidos cuando la ganadería adquiere importancia.
DOS PERSONAJES: "CITIPATI" (máscara que representa a los custodios de los osarios) y "Nyulema" (misma iconografía pero representarían a demonios, suelen ser portadas por niños). Ahora bien: la distinción entre Citipati y Nyulema es casi imposible, incluso pudieron tener una raíz común shivaísta. Las máscaras de Citipati suelen colgarse en los pilares, fachadas y establos para protegerlos de los malos espíritus.
OTRAS MÁSCARAS SE ponen sobre las jarras de "chang", su bebida nacional.
TAMBIÉN HAY MÁSCARAS esculpidas por herreros, profesionales que tienen, como en otras muchas culturas, poderes mágicos por su vinculación al hierro y al fuego.
LA AFLUENCIA DE alpinistas, con sus latas de conserva, han provocado la proliferación de máscaras "de reciclaje": alguna lleva todavía incluso la marca del producto occidental.
EL GURÚ INDIO Padmasambhava fue invitado al Tibet para que venciera a los demonios que impedían la construcción de monasterios y que eran una barrera para la implantación del budismo.
LAS NUMEROSAS RESTAURACIONES de las máscaras de las fotografías indican la gran veneración que por ellas sentían.
SOBRE LA MADERA aplicaban caolín para fijar sobre ella una piel, y también pez para pegar el pelo.
LAS MÁSCARAS CLÁSICAS tibetanas combinan a menudos una, tres o cinco calaveras.
SEMILLAS, CUENTAS DE vidrio, pelo humano, alambre, el caparazón de una tortuga. Grandes clavos y grapas de hierro (¡mármoles griegos!) para las restauraciones y para fijar retazos de piel.
SEGÚN MARCO POLO, el primer rey de los uigures nació de una seta alimentada con la savia de los árboles. Las almas de los muertos se reencarnan en la luna, en forma de seta, y son devueltas a la tierra con formas de seta trasportadas por el rayo. De hecho, la yesca, producto derivado del "hongo yesquero", permitía encender el fuego, y era interpretada como la donación del fuego por los muertos a los vivos (solía preferirse la yesca nacida sobre un árbol fulminado por el rayo).
EN EL HIMALAYA, como en la India, la tortuga tiene un importante simbolismo. Sirve de apoyo para el pilar del cielo, y su caparazón como recipiente para el batido del "mar de leche". Se ignora si la elección de un caparazón de tortuga como material para alguna de las máscaras fotografiadas fue ritual o fruto del azar.
EL BOCIO, DEBIDO a una falta de yodo que provoca una hipertrofia del tiroides, es muy frecuente en el Himalaya, si bien su representación en muchas máscaras no parece vinculada a algún tipo de exorcismo de la enfermedad, sino a una simple realidad fisiológica. Incluso se representa a monos con bocio...
EN CIERTO NÚMERO de máscaras, se advierten roturas en la dentición, pero siendo los dientes la parte menos expuesta de una máscara, parece poco verosimil que sea accidental. A menudo se colocaba un pitón vertedor que salía de la boca para servir "chang" a los fieles durante las fiestas rituales.
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