viernes, 15 de enero de 2010
Vidrieras góticas
“Las ventanas de cristal de la iglesia son las Sagradas Escrituras que impiden el paso del viento y la lluvia, es decir, de los elementos nocivos, y al dejar pasar la claridad del sol verdadero, Dios, a la iglesia, esto es, a los corazones de los fieles, iluminan a los que residen en ella”. Estas son las palabras del obispo electo de Mende, (municipio francés en el departamento de Lozère en la región de Languedoc-Rosellón en Francia), Guillermo Durando en 1.285. Estas palabras recogidas por Gonzalo M. Borrás le sirven para reflexionar sobre la función de las vidrieras en la iglesia gótica. Como apunta, la función de la vidriera es, aparte de cierre que evita el paso de la lluvia y el frio, ejercer también una función iluminativa. Proveen de luz el interior del edificio, Una luz coloreada por las vidrieras se convierte en instrumento místico que baña todo el espacio sagrado y dota al mismo de una escenificación diferenciadora del exterior, de la luz natural, dotando de un significado trascendente el espacio. Las vidrieras son usadas así mismo como un instrumento educativo. En una época en la que el analfabetismo era lo común estas cuentan historias, revelan los rostros de los próceres de la iglesia, de tal manera que cualquiera sea capaz de desvelar los mensajes dirigidos por sus creadores. Un magnífico ejemplo lo tenemos en las vidrieras de la catedral de León, por ejemplo en la Capilla del Nacimiento, donde nos encontramos escenas de la vida de San Ildefonso. Otro ejemplo de ese afán educativo se encuentra en el centro del ábside de dicha catedral donde podemos admirar una preciosa vidriera con el Árbol de Jesé, el padre de David, de cuyo tronco habría de nacer Cristo, que era un tema importante dentro de la catequesis bíblica del siglo XIII. En el lado occidental del crucero de dicha catedral encontramos vidrieras que se dedican a tipos y figuras del Pentateuco. El ordenamiento fué consciente con el objetivo de establecer un programa iconográfico en sintonía con el pensamiento medieval. Así por poner otro ejemplo en las vidrieras altas del lado norte predominan las figuras del Antiguo Testamento. En esa zona no se posa la luz y sus personajes defilan entre la penumbra de la esperanza caminando hacia Cristo, hacia oriente, donde nace la luz.
Por otra parte la sustitución del grueso muro románico por el vidrio en el gótico, dota de una gracia, de una ligereza, de una “elevación espiritual” a los edificios religiosos de tal forma que da la sensación de que se elevara hacia Dios, de que la ingravidez se apoderara del espacio. Un ejemplo de esto último lo encontramos en la Catedral de Beauvais en la que aparece un elevado piso de arquerías bajo un piso de ventanales del mismo tamaño, que alcanza una altura de 48 metros.
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