lunes, 11 de mayo de 2009

MILAGROS







EL MILAGRO SUELE describirse como un acontecimiento que deja en suspenso las leyes de la Naturaleza.

EN SENTIDO BÍBLICO, un milagro es la ocasión en la que Dios actúa de manera extraordinaria o excepcional a fin de lograr un propósito determinado. En el Nuevo Testamento figuran tres palabras griegas para referirse a los milagros: "prodigio", que significa algo fuera de lo corriente; "señal", evidencia de la actividad de Dios; y más habitualmente, "poder", demostración de la omnipotencia divina.

HUBO MUCHOS JUDÍOS realizadores de prodigios de características parecidas a las de Cristo y los apóstoles. Curaban apelando a nombres mágicos, del mismo modo que los discípulos de Jesús sanaron "en su nombre".

LA TRADICIÓN HABLA de la capacidad de ciertos rabinos para provocar la lluvia (Honi ha Meaggel -siglo I a.C.- o el más famoso Hanina ben Dosa -siglo I d.C.-, con un gran parecido entre uno de los milagros de este último y el milagro de la curación que Jesús hace del hijo de un funcionario de Cafarnaúm).

LOS FENÓMENOS EXTRAORDINARIOS que acompañan al nacimiento y muerte de Jesús seguramente no sorprendieron demasiado a nadie, ya que entraba en la mentalidad de la época que el nacimiento y vida de una gran personalidad quedasen marcados por señales y prodigios excepcionales.

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