EURIPIDES

La tesis más aceptada sobre sus orígenes es que estos eran nobles, de ahí su esmerada educación. En su juventud fue un buen púgil y comenzó sus gustos artísticos por la pintura. Pasa por haber sido alumno de Anaxágoras y Protágoras, y amigo y discípulo de Sócrates. Fue partidario de la moderación, además de detestar la guerra. Se casó dos veces. En su etapa final abandonó Atenas y se aposentó en Pella, en Macedonia. Al año y medio de su llegada falleció. Fue un autor poco apreciado por sus contemporáneos, alcanzando la fama en época posterior.

Se le asignan noventa y dos tragedias. Sabemos que en época alejandrina aún se conservaban setenta y ocho. Por desgracia sólo han llegado hasta nuestros días dieciocho. Conocemos de su creación también de elegías y poemas líricos de los que quedan pequeños fragmentos.

Introdujo novedades en la tragedia. Redujo el papel del coro, dió ideas a sus personajes que estaban en contra de la temática tradicional, se tomó grandes libertades con los mitos e incluso dió origen a la teoría del comportamiento noble del esclavo.

Sus protagonistas son seres muy trabajados psicológicamente. Estos sufren las debilidades humanas y se dejan conducir por sus pasiones. El uso de los elementos sobrenaturales lo realiza como un signo más de la psicología humana.

Prefiere en general comenzar sus tragedias con un monólogo, en lugar de prólogo como hacían sus predecesores. En el epílogo introduce el deus ex machina, aparece el dios que resuelve la situación.

Muestra siempre un gran interés por la psicología femenina, de la que se muestra como gran conocedor en sus múltiples personajes femeninos. Mujeres de gran carácter, en lucha consigo mismas, dominadas por sus pasiones y refrenadas por su inteligencia. Astutas, tenaces y fuertes, aunque no carentes de feminidad y dulzura a veces.

Trata cuestiones contemporáneas de su tiempo. La democracia y la tiranía, la guerra, la ambición humana, el valor en la lucha, la paz, el sufrimiento, el autosacrificio, la indefensión.....

"¡Ay, ay!. ¿Por qué me mirais con esos ojos, hijos?. ¿Por qué me sonreis con esta suprema sonrisa?. ¡Ay, ay!. ¿Que hacer?. El corazón se paraliza, mujer, cuando veo la radiante mirada de mis hijos".

"Medea".

"Gran cosa es ser madre e infunde a todos un grande y universal amor, de tal manera que todo lo sufren por los hijos".

"Ifigenia en Aúlide".