martes, 20 de enero de 2009

PARÍS





PICASSO PUDO INSPIRARSE en la estátera de los parisii (imitación de la moneda macedonia, efectuada por los galos que habitaban la región del actual París) cuando decidió parodiar las "Señoritas a orillas del Sena" de Courbet. Al comparar las monedas griegas con las versiones realizadas por los galos, Bataille había trasladado a su época la eterna oposición entre civilizaciones griegas y bárbaras.

LA CALLE DE Pierre-Levée recuerda un menhir hallado en pleno corazón de París a finales del XVIII. Por otro lado, el enigmático cuadro del XVI que representa a Genoveva, la santa patrona de la ciudad (animó a la defensa de París contra los hunos de Atila), en medio de un crómlech existente entre París y Saint-Denis, revela un curioso sincretismo. ¿Qué sentido daba el Renacimiento a la improbable confluencia del megalitismo y del cristianismo, separados entre sí por varios siglos de paganismo galo y romano? Bueno, posiblemente fue un capricho del pintor, que quiso incluir un elemento pintoresco en su composición...

DOS RASGOS DE la civilización gala: por un lado, la afición a los adornos, pues los guerreros luchaban desnudos pero engalanados (de ahí derivaría la moda y la artesanía francesa...). Por otro lado, la "interpretatio gallica", la capacidad de tomar prestado e interpretar (César reconocía a los galos "una singular aptitud para imitar"), como en la estátera vista en nota anterior.

SEQUANA ERA LA diosa del río Sena.

MARTÍN, UNO DE los soldados de Juliano el Apóstata, fue el primer evangelizador del norte de la Galia. En 373 fue elegido para la sede episcopal de Tours (que había ocupado Gregorio anteriormente). "Saint-Martin" es el topónimo más utilizado en Francia, hasta cinco veces más que "Saint-Denis". A Dionisio (sorprendentemente dicen que era el Areopagita, discípulo ateniense de Pablo) y a sus discípulos Eleuterio y Rústico los decapitaron en Montmartre (no antes del año 250 d.C. ...).

AUNQUE REIMS ERA la ciudad de la coronación (pues allí san Remigio había bautizado a Clodoveo), la abadía de Saint-Dénis fue la encargada de conservar las "regalia" (insignias del poder real).

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