EN AMBAS IMÁGENES, Ramsés III luchando contra los pueblos del mar.
EPISODIOS RELACIONADOS CON los “pueblos del mar”: la guerra de Troya, la destrucción de los palacios micénicos, el final de la civilización hitita, la caída de la ciudad-estado de Ugarit (en la costa siria), el colapso del reino de Amurru, la ruina de Mileto (posiblemente Milawanda en los textos hititas) y de Tarso, la devastación de la isla de Chipre (hasta entonces intermediaria comercial entre el Egeo, el Levante y Egipto), el ataque de una coalición de pueblos contra Egipto, etc.
A MEDIADOS DEL XIX, el egiptólogo francés Emmanuel de Rougé acuñó la expresión “pueblos del mar” para referirse a un conjunto de etnias mencionadas en los textos jeroglíficos de Mernefta y Ramsés III (de este último faraón se ha llegado a decir que inventó el ataque sufrido para ponerse a la altura de Mernefta). Esos etnónimos (nombres de grupos étnicos) se han tratado de identificar con otros procedentes de Homero y de la literatura poshomérica, de la Biblia y de los textos hititas.
SUS MOVIMIENTOS HAN sido incluso integrados en una onda expansiva más potente, la del movimiento de los indoeuropeos que, por esa época, se instalaban en el altiplano iranio o que, desde Centroeuropa, iban a invadir las penínsulas itálica e ibérica.
EXISTEN INDICIOS DEL paso de los “pueblos del mar” por muchos territorios: reforzamiento de murallas en Micenas, Tirinto y Atenas, o la construcción de una en su istmo por parte de Corinto para defenderse de los ataques desde el norte.
EL FAMOSO RELATO de Uenamón, fechado hacia 1.100 a.C., hace referencia a muchos de los pueblos mencionados en los registros egipcios. Y en el horno del escriba Rap’anu de Ugarit, se encontraron cartas dirigidas a Chipre haciendo mención a barcos que amenazaban la costa.
EGIPTO SE VIO atacado por una coalición de pueblos en tiempos de Mernefta, como consecuencia no sólo de su debilidad en comparación con su padre, Ramsés II, sino también por las fluctuaciones que experimentaban los reinos aqueos en esa etapa final de su existencia. El contingente más importante que atacó el delta fue el de los “ekwesh”, los aqueos, que estaban envueltos en múltiples conflictos como se pone de manifiesto en relatos legendarios sobre la guerra entre Argos y Tebas vinculada a la saga de Edipo, o en los antecedentes de la guerra de Troya, con ataques aqueos a múltiples localidades de la costa anatolia. Posiblemente, Micenas se lanzó contra un estado vasallo de Hatti, Troya, que recibió ayuda de numerosos aliados de los hititas, como Mira de Lidia, Milawanda de Caria o Lukka de Licia. En ello se observa la competencia entre aqueos y anatolios occidentales para conseguir el control económico del Egeo y el acceso al Mar Negro. La inestabilidad política en los palacios aqueos derivada de la larga ausencia de los príncipes dificultaba el retorno de los vencedores, que, a falta de otro botín mejor, se incorporaron a la oleada de pillaje codo a codo con los shardana, lukka, shekelesh, teresh, peleset y tjeker, atacando Egipto en el octavo año del reinado de Ramsés III, tras previamente haber atacado el país de Hatti y destruido su capital, Hattusa.
DURANTE EL QUINTO año del reinado de Mernefta, se produjo un ataque por parte de pueblos que quedaron registrados en un templo de Karnak, y que serían los que se indican a continuación.
SHARDANA (SHERDEN): CONOCIDOS ya gracias a los textos ugaríticos y a la correspondencia de Tell el-Amarna. Posible origen en Sardes (capital de Lidia) o en Mira. En la batalla de Kadesh aparecen en el bando egipcio. Iconográficamente se les distingue por el casco de cuernos.
LUKKA: FIGURAN EN los textos amárnicos y en Kadesh entre las tropas hititas. Son mencionados como piratas saqueando la costa meridional de Anatolia y Chipre.
EKWESH (AKAWASHA): PARECEN identificables con los ahhiyawa de los textos hititas y ugaríticos, y con los achaioi homéricos, es decir, con los aqueos. Algunos autores los circunscriben a los aqueos de Mileto (Milawanda, en la costa occidental de Anatolia). Sin embargo, los ekwesh de Karnak están circundidados, práctica ajena a los aqueos.
TERESH (TURSHA EN los textos hititas): su localización es dudosa. Puede que procedieran de Tarso, en Cilicia. Según Herodoto, desde allí emigraron a Etruria. Schulten los sitúa en el origen de los tartesios. Y también se les ha relacionado con el topónimo hitita Tarwisha, identificado con Troya.
SHEKELESH: PUDIERON SER cilicios, o los sículos que encontraron los griegos al llegar a Sicilia.
LOS PUEBLOS MENCIONADOS hasta aquí se completan con la famosa inscripción de Ramsés III en su templo funerario en Medinet Habu. Nominalmente, sólo se repiten los shekelesh, y también los shardana (pero divididos entre los dos bandos). Los ekwesh ya no aparecen, a pesar de su importancia, quizás porque ya se había producido el colapso de los palacios aqueos, o porque se les cambió simplemente la denominación o se les incluyó en otras denominaciones. Se añaden a la lista de Mernefta los pueblos que se indican a continuación.
PELESET (FILISTEOS): NO aparecen en los textos hititas. Indicios cada vez más sólidos permiten considerarlos de estirpe aquea, sobre todo desde el conocimiento de su cultura material gracias a los yacimientos de su pentápolis en Palestina.
TJEKER: FIGURAN EN los textos hititas. Están relacionados con el héroe Teucro, epónimo de los teucros de la Tróade.
DENYEN: POSIBLEMENTE RELACIONADOS con los dánaos, otra denominación de los aqueos en los textos homéricos. Tal vez se establecieron en la costa palestina y pasaron a ser la duodécima tribu de Israel, la tribu de Dan.
WESHESH (WILUSHA EN los textos hititas): quizás fueran los habitantes de Ilión, es decir, de Troya, Tarwisha posiblemente para los hititas.
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