FOTOGRAFÍA TOMADA EN La Alhambra en agosto de 2008. Alá o la luz de Alá... (antes del Islam los persas adoraban la llama viva del sol, como digo unas líneas más abajo).
LA PINTURA Y la escultura no se desarrollan por la concepción musulmana de la naturaleza, efímera y por tanto inútil de reproducir.
LO PROHIBIDO ES siempre la representación de Dios, pero personas y animales sólo en las mezquitas.
EN SUS MANIFESTACIONES artísticas, la fantasía mahometana se unió a la técnica bizantina de los mosaicos. Pero se observa la gran característica del arte islámico: la extraordinaria serenidad que le da el "islam", la total sumisión a la voluntad de Dios.
MIENTRAS QUE LOS califas omeyas, oriundos de Arabia, y descendientes de la oscura nobleza de La Meca (que persiguió a Mahoma), se habían adaptado a las modas y prácticas militares bizantinas, los califas abasíes, oriundos del Khorasán (antes del islam adoraban la llama viva del sol), adquirieron el "brillante" ritual de los sasánidas. Se pierde la tosquedad árabe. Genio místico de los persas, sensibilidad, delicadeza; Mahoma como un nuevo Ciro de los aqueménidas, y también le equiparan con Alí, Hassan y Husayn. El Islam, conquistado por los persas (a los que Mahoma consideraba la nación más débil de la tierra), apenas a cien años de su muerte. Los persas eran orientales puros; mientras Mahoma proclamaba la igualdad incluso con los negros, los persas no querían ser hermanos de esclavos. Origen divino de sus emperadores.
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