martes, 1 de julio de 2008

BAJO IMPERIO ROMANO

MOSAICOS DE SAN Vital, en Rávena. Detalle de la emperatriz Teodora, esposa de Constantino.

EL HECHO DE que Constantino se bautizara tan tarde era habitual, ya que el bautismo se tomaba muy en serio y se demoraba lo más posible para disminuir los pecados mortales. Le bautizó el obispo "arriano" Eusebio de Nicomedia.

EL CONOCIMIENTO HISTÓRICO real de la era de Constantino se había desvanecido incluso antes del siglo VII, y Constantino se había convertido en una figura mítica y legendaria. Incluso la famosa batalla se creía que fue contra "los bárbaros", que se convirtieron pronto en los gigantes Byzas y Antos, de quienes la ciudad de Bizancio tomaban nombre. Y se creía que el "paladio" había sido trasladado a Constantinopla y permanecía enterrado bajo la columna constantiniana de pórfido, como talismán de la ciudad.

DIOCLECIANO Y MAXIMIANO (al adoptar los títulos de Jovio y Herculio), y Constantino (al optar por el Cristianismo), parten exactamente de la misma idea: sancionar moral y religiosamente su autoridad, obligados por la divinidad a asegurar el culto, bajo pena de castigo personal si no lo lograban.

LA LEYENDA DEL crismón fue evolucionando: mientras Lactancio decía que Constantino tuvo el sueño de colocar el signo en los escudos, Eusebio en su "Historia Eclesiástica" nada dice pero luego en su "Vida de Constantino" dice que vio una cruz en el cielo.

CONSTANTINO ADORNÓ SU nueva ciudad con gran número de estatuas, algunas muy célebres, como el Zeus Olímpico, la columna délfica de la serpiente y la Atenea Promacos. Incluso la tituló "Nueva Roma" y la dotó de un Senado propio, aunque sus miembros empezaron sólo como "clari", en vez del habitual "clarissimi".

LA FAZ DE Constantino mirando al cielo no era "por piedad", sino que era un tipo muy clásico.

A JULIANO, EL rasgo que más le desagradaba del cristianismo era la "humildad", pues despojaba del verdadero orgullo…

No hay comentarios: