La palabra antífona curiosamente tiene dos acepciones en el
castellano según el diccionario de la R.A.E:
(Del lat. antiphōna, este
del gr. ἀντίφωνος,
el que responde).
En cuanto a la primera de las acepciones podemos decir que
suele ser una melodía corta por lo general, que se canta antes y después de los
versículos de un salmo o himno. Suele estar escrita en latín.
En la Edad Media se recopilaban en libros llamados
Antifonarios de gran belleza. Algunos ejemplos son:
Antifonario de San Juan De la Peña
Antifonario de León
Antifonario del Monasterio de Poblet
Antifonario de la biblioteca Jagellónica de Cracovia.
(Polonia)
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