domingo, 26 de febrero de 2012

ESPERANZA DE VIDA




SEGÚN FOURASTIÈ, EN 1959, a finales del XVII la vida de un padre de familia medio, casado por primera vez a los veintisiete años, podía ser esquematizada así: nacido en una familia de cinco hijos, no había visto más que a la mitad de sus hermanos llegar a la edad de quince años; había tenido, como su padre, otros cinco hijos, de los que sólo vivían dos o tres a la hora de su muerte. Este hombre, si consiguiera alcanzar la avanzada edad de cincuenta y dos años (lo que era bastante raro, pues la esperanza de vida al nacer eran los veinticinco, y sólo llegaban a los cincuenta y dos el veinte por ciento de los nacidos), habría visto morir en su familia directa una media de nueve personas, vivido dos o tres períodos de hambruna, y otros tres o cuatro de carestía por malas cosechas (una cada diez años), dos o tres epidemias de enfermedades infecciosas sin contar las permanentes de sarampión, escarlatina, difteria...

No hay comentarios: