viernes, 15 de abril de 2011

ALMANZOR



LA HISTORIA DE la Medinaceli musulmana durante su época de máximo esplendor (segunda mitad del siglo X) carece de fuentes epigráficas documentales contemporáneas.


INCLUSO LA TUMBA de Almanzor, enterrado en la ciudad en agosto de 1002, no ha dejado el menor vestigio.


GRAN IMPORTANCIA DE Medinaceli como gran centro militar de penetración en los reinos castellano y leonés.


LA MONEDA HISPANO-árabe indica la fecha de su acuñación, seis siglos antes de que este dato se generalizase en la moneda cristiana. Además, en la moneda califal, se incluye siempre el lugar de acuñación "con todas sus letras", mientras que en la moneda cristiana posterior como mucho se indica la primera letra o signo (confusamente identificativo) de la ceca. Añádase que la moneda musulmana también incluye el nombre del califa y, muchas veces, el del príncipe heredero, el del primer ministro, el del jefe de la ceca, etc., con el valor histórico que ello implica. Precisamente el primer cargo importante de Almanzor fue el de "jefe de ceca".


EN ESTA ÉPOCA califal, había dos "Marcas" (territorios fronterizos mientras la "Kora" era el distrito interior): la "Marca Superior", con capital en Zaragoza; y la "Marca Media", frente a Castilla y el reino leonés, con cuartel general en Medinaceli.


DISQUISICIONES ETIMOLÓGICAS MUY largas sobre el origen de la palabra "Medinaceli". Suele prevalecer, sobre el antiguo nombre ("Ocilis"), el del mítico fundador árabe ("Salim").


MEDINACELI FUE EL centro de las cincuenta campañas que realizó Almanzor, normalmente dos por año, contra gran parte de las ciudades cristianas, desde Barcelona hasta Santiago de Compostela. Tras saquear San Millán de la Cogolla, muere en Medinaceli la noche del 10 de agosto de 1002, y por propia voluntad es enterrado en el patio del "castillo".


ANTE SU LECHO de muerte, vemos a su hijo y sucesor, Abd-el-Malik, y al alcaide de la fortaleza, el gran general Wadeh. Lo mismo que otro gran general, Ghaleb, no era de origen árabe, sino que formaba parte de la elite militar califal, los "esclavones", esclavos centroeuropeos. Almanzor había mandado a su mejor general, el comandante de Medinaceli Wadeh, a reconquistar Fez, dentro de su lucha contra los Fatimitas de El Cairo.


A PESAR DE su inexpugnabilidad, Medinaceli desaparece repentinamente, posiblemente por no lograr convertirse en cabeza de alguna taifa de las que se forman a la desintegración del califato cordobés.


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