jueves, 3 de febrero de 2011

EMPERADORES ROMANOS




SI LA RELACIÓN con el Senado no era mala, lo previsible es que los emperadores fueran divinizados tras su muerte.

POR ESO, EL emperador Vespasiano, con su proverbial sentido del humor, dijo, al sentir que se estaba muriendo, "Ay, ay, ay: creo que me estoy convirtiendo en dios".

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