HEMIDRACMA DE NEÁPOLIS (Macedonia, 411-350 a.C.), con posible imagen de Medusa.
GORGONAS: ERAN TRES, Esteno, Euríale y Medusa, hijas de Forcis y Ceto, divinidades marinas nacidas de Poseidón y Gea. Eran hermanas de las "grayas", de Escila y del dragón que guardaba el jardín de las Hespérides, y habitaban el Occidente extremo. Alas de oro, cabezas erizadas de serpientes, dientes de jabalí, cuellos escamosos y manos de bronce. Medusa se unió a Poseidón en un templo de Atenea, y por ello la diosa ayudó a Perseo a matarla. Su hijo, el gigante Crisaor, es padre de Gerión y (según algunos) de Equidna, quien concibió de Tifón una progenie monstruosa: el perro Ortros, Cerbero, la hidra de Lerna, la Quimera, etc. Los antropólogos ven en el "gorgoneion" ("cabeza de la Gorgona") una antigua máscara ritual-mágica. (La "Medusa" sufrió un naufragio en 1816: Gericault, Louvre.)
A LA GORGONA Medusa se le suele representar con los ojos grandes y muy abiertos (tratando de expresar los poderes de su mirada), con colmillos, y la lengua fuera. Un ánfora beocia del 600 a.C. muestra una Medusa ¡en forma de "centauresa"!, quizás por su relación con Poseidón (criador de caballos) y por ser madre de Pegaso. Precioso mosaico, todavía con rostro humano, en el Arqueológico de Atenas. Muy geométrica la Medusa que está en el Museo Bizantino y de Arte Cristiano también de Atenas, al pie del Licabeto.
DIVULGAR LO MONSTRUOSO es contrario a su propia esencia, pues cuando una cosa extraordinaria es mostrada en repetidas ocasiones termina haciéndose banal y anodina.
LAS ESCAMAS Y plumas de los monstruos, y los juncos y cañas, son lo primordial, lo arcaico, lo primigenio…
EN LOS PÓRTICOS románicos no se representaban los monstruos y otros prodigios para provocar inquietud o miedo, sino para mostrar que la "Buena Nueva" (Evangelios) había llegado a todas las tierras, incluso a las desconocidas donde habitaban los seres imaginarios.
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