domingo, 28 de septiembre de 2008

LUCIEN FREUD











LUCIAN FREUD ES un pintor del cuerpo en reposo. Intensidad de las miradas con los ojos bien abiertos. Le gusta recordar a la gente que actúa como un biólogo.

“TRABAJO CON PERSONAS que me interesan, a las que quiero y en las que pienso, en habitaciones donde vivo y que conozco”. Ha pintado a amantes y amigos íntimos, hijos y nietos, hombres de negocios y compañeros artistas, escritores, incluso a la reina de Inglaterra. Famosos y gente corriente. Versatilidad social.

ES NIETO DE Sigmund Freud, e hijo de un arquitecto con estilo derivado de la Secesión vienesa. Recuerda como su abuelo se mostraba extraordinariamente comprensivo y divertido ante su creciente ambición de convertirse en artista. Afirma no haber leído gran cosa de la obra de su abuelo.

AFIRMA FREUD QUE empezó “sin la menor aptitud natural para el arte”, pero no debemos creerle completamente, aunque desde luego no era (ni es) Rafael.

FREUD TRABAJA DESPACIO y, según las dimensiones y otros factores, puede tardar entre tres y dieciocho meses en acabar sus obras. Nunca aplica pintura sobre pintura, nunca retoca nada. Pinceles de cerda gruesa, amplias pinceladas. El cuello del “Pintor trabajando, reflejo” sobresale por encima de las demás superficies del retrato por acumulación de pintura coagulada.

FAMOSA SU “MIRADA cruel”. Rechaza toda idea preconcebida sobre la belleza, y toda pátina de sensiblería que ha caracterizado la tradicional iconografía del cuerpo humano. Se opone ferozmente a todo sentimentalismo barato. No quiere pintar símbolos ni elementos retóricos. Rechaza las escuelas (“la expresión de ideas similares es algo que rehuyo lo más posible”). Odia la idea de ser complaciente. Sin embargo, es uno de los artistas más profundamente observadores de todos los tiempos, aunque rechaza la idea de “conocer” al modelo, sólo desea disfrutar de la “conmoción” de observarlo. La combinación de total serenidad pictórica con una intensidad apenas contenida evoca los retratos de Ingres, tan admirado por Freud (se le ha llegado a llamar “el Ingres del existencialismo”).

AFICIONADO A TODO lo ecuestre desde muy joven, le regalaron una cabeza de cebra disecada que guardaba en su estudio.

CONCENTRACIÓN EN ROSTROS conocidos. Descripciones de primeros planos de cabezas, a menudo cabizbajas, o desde ángulos imposibles. Animales y plantas del natural, incluso de su jardín trasero. Numerosos objetos analizados de cerca. Naturalezas muertas, el cadáver de un mono, un bebé dormido, un conejo muerto, cactos y nardos, un limón, una mandarina verde, pájaros muertos y pájaros embalsamados dispuestos sobre una mesa o arrojados en cubos. Una garza muerta, despatarrada en una superficie plana y ocre que incluso podría ser un paisaje, pues existe un atisbo de amanecer en la esquina izquierda; su presencia heráldica parece contradecir una evidente inanición.

PREFIERE LO FIGURATIVO a lo abstracto, el dibujo a la pintura, las líneas puntiagudas a las curvas suaves, la torpeza al virtuosismo. Caso omiso de los contornos a favor de planos y volúmenes.

“¿HAY ALGO MÁS surrealista que una nariz entre dos ojos?”.

ADMIRA LOS CUADROS de animales muertos de Chaim Soutine. Le impresionó el ensayo de Joris-Karl Huysmans sobre Grünewald. Van Gogh fue una constante fuente de inspiración. Pintores holandeses como Van Eyck y Robert Campin. Gran influencia de su amigo Francis Bacon: obra de enorme fuerza psicológica, violenta, explosiva, arriesgada; liberación de pinceladas. Recuerda a veces a un Cézanne transido que se disuelve, y a veces a un Rembrandt más coagulado. El “Marte” de Velázquez en el Prado (dios de la guerra como anciano decrépito con taparrabos, mirando su absurdo yelmo y cómicamente agotado después del coito). Pasión por Constable al componer pinturas y aguafuertes tomados de su jardín.

PARTICULARIDADES VOLUMÉTRICAS COMO la flacidez de la piel, tejidos grasos, la estructura ósea, músculos, bolsas de grasa, hoyuelos, grasas que reflejan la luz, protuberancias, imperfecciones, marcas de viruela, manchas en la piel, oleadas de sangre, vasos capilares rotos (pintados con una especie de tierra vegetal en un retrato de su madre tumbadas en una cama). Tono de piel dorado, pecas, pequeñas venas. Pechos caídos. Muslos masculinos peludos, escrotos sudorosos. Cabezas que parecen recortadas para ajustarse al marco. Rechaza la simetría ideal de la cara. Y también tiene un interés constante por la ropa, los peinados y otros detalles (camisetas, estampados de cachemira…).

NUMEROSO RETRATOS DE mujeres embarazadas, incluidas amantes e hijas, o modelos como Jerry Hall y Kate Moss. Mujeres y hombres desnudos, enseñando pechos y genitales, pero sin pretensión de excitar. Inspectora de la Seguridad Social con un cuerpo descomunal. Los modelos suelen estar cómodos, relajados. Tampoco se pretende producir asco o repulsión.

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