EN LA PRIMITIVA tradición budista, Buda no era representado en forma de imagen. Entre los símbolos primitivos, por motivos devocionales, se incluían stupas (donde estarían enterradas cenizas de Buda y otras reliquias) o el árbol bodhi (árbol de la iluminación, en Bihar, bajo el que Buda la había experimentado). Otros símbolos budistas primitivos: la rueda (que simbolizaba su enseñanza), y su sombrilla real. Las primeras imágenes de Buda aparecieron en torno al siglo II d.C. Luego se harían dos tipos de imágenes: uno, de estilo más indio, originarias de Mathura; y otro, más helenístico, de Gandhara, al noroeste de la India. Rasgos típicos: moño de pelo o cabeza con turbante, orejas alargadas y una señal en la frente. Eran también importantes los diferentes tipos de gestos manuales hechos por Buda (mudras), que simbolizan acontecimientos de su vida y que, de modo inmediato, “narran una historia” al creyente budista. Hay cinco mudras sobresalientes: Buda levanta su mano derecha para calmar el miedo; forma una rueda con sus manos como símbolo de su enseñanza; junta sus manos mirando hacia arriba como símbolo de meditación; apunta con su mano a la tierra para llamarla como testigo; y tiende su mano para ofrecer dones al mundo.
EN LAS CUEVAS de Lung Men, China, hay casi cien mil imágenes de Buda que varían desde los 18 metros hasta unos pocos centímetros de tamaño.
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